TINDER
&
GHOSTING
¿Una nueva forma de relacionarse?
En la actualidad, la era digital a tomado partida en el romance, el sexo y los vínculos. Las relaciones han evolucionado para incluir aplicaciones móviles y sitios web de citas como Tinder, y también la práctica del “ghosting“. Ambos han cambiado la forma en que sus usuarios interactúan y se relacionan entre sí, pero ¿cómo surgirán estas prácticas al bienestar emocional? En este blog, realizaremos un análisis entre ghosting y Tinder, y cómo sus efectos impactan en nuestra salud mental.
Para aquellos que no están familiarizados con estos términos, el ghosting se refiere a la práctica de desaparecer sin dejar rastro después de haber tenido algún tipo de conexión romántica con alguien, ya sea en una aplicación de citas, en línea o en la vida real. Por otro lado, Tinder es una de las aplicaciones más populares para citas, que permite a los usuarios crear un perfil, elegir tus mejores fotos, describir brevemente quién eres, seleccionar posibles parejas y establecer una conexión a través de mensajes de texto o links a tus redes sociales.
Es importante destacar que hay ciertos niveles de “confianza o match” en Tinder, pero ¿cómo es todo esto? Sencillo, si sus fotos te llaman la atención pasamos al siguiente nivel que es agregarse y platicar por tus redes sociales; generalmente Instagram. Sin embargo, sí la cosa va en serio, directamente pasamos al siguiente nivel e intercambiamos números y seguimos la charla por What´s App.
La práctica de ghosting puede ser muy dolorosa para la persona que está siendo ignorada, ya que a menudo se sienten confundidos, inseguros e incluso rechazados y no discrimina entre sexo, edad y religión. La falta de cierre y de explicación del ghosting en la comunicación puede generar una sensación de abandono afectando negativamente la autoestima y la confianza del otro. Lo más interesante es saber ¿quién envía el primer mensaje después de hacer match? Muchos se quedan esperando a que el otro inicie la conversación y no depende de tu orientación, estado civil o lo que estás buscando. Siendo más realistas es cómo cuando vas a la plataforma de Netflix a mirar una película y con tantas opciones se vuelve complejo a la hora de elegir. Ahora si llevas un historial de conversaciones iniciadas y sin respuestas o con respuestas no esperadas, las expectativas se van haciendo cada vez más pequeñas y nos conlleva a pensar si hay algo malo en nosotros o a la inversa, en donde las expectativas se disparan por las nubes esperando al super archi mega candidato. En ambos casos, vivir de expectativas nos aleja de la realidad.
En comparación, Tinder tiene el potencial de ser una forma algo emocionante y a su vez fácil de conocer a nuevas personas. Sin embargo, la experiencia de utilizar aplicaciones de citas también puede desgastarse con el paso del tiempo. Por ejemplo, algunos usuarios pueden ser rechazados si no reciben suficientes “matches” o si las conversaciones no progresan. Además, el hecho de tener que evaluar de una manera superficial a las personas únicamente por su perfil y/o redes sociales evoca una falta de conexión con el otro y la pérdida continúa de nuestras habilidades sociales durante el cortejo.
Otro aspecto a considerar es que la naturaleza de Tinder y otras aplicaciones de citas pueden fomentar el comportamiento de ghosting. Dado que la interacción inicial se realiza principalmente en línea, es fácil para las personas ignorar a alguien si no están interesados, esperando al otro para el primer acercamiento o simplemente se sienten incómodos. Sin embargo, esto puede ser especialmente perjudicial para aquellos que están buscando una conexión “real y significativa”. Ojo, esto no quiere decir que siempre va a ser así. Existirá alguna que otra pareja super feliz que se conoció por estos medios y los aplaudo. Pero no pasa en la mayoría de los casos.
Entonces, ¿qué se puede hacer para proteger el bienestar emocional mientras se utiliza Tinder o se enfrenta al ghosting? En primer lugar, es importante recordar que tanto el ghosting como la falta de matches en Tinder no reflejan la valía personal cómo tampoco definen quién eres. En estos términos es fácil sentirse inseguro y cuestionar su atractivo o personalidad cuando se experimenta el rechazo, pero es fundamental tener en cuenta que esto no tiene nada que ver contigo sino con el otro. Quizás la persona que te ghosteo en algún o varios momentos se lo hicieron y esto lo obliga a repetir patrones y a proyectar en el otro aquel rechazo que transitó y aprendió.
Quizás podrías preguntarte y definir qué es lo que buscas y/o quieres antes de aventurarte en el mundo digital de las aplicaciones de citas. Por otro lado, el ghosting existió, existe y seguirá existiendo. Si eliges ser partícipe de esto recuerda que las advertencias no siempre están incluidas en las reglas del juego.